viernes, 27 de junio de 2008

El camino

EL CAMINO

Alejandro Cortés

Pos la verdad no se, el camino esta rete empedrado y diaveritas que llevar vacas tan tempranito pos es rete difícil. Aunque le diré ellas ya saben su caminito y la mera verdad no son ellas el problema ... es uno, porque eso de alevantarse a las cuatro de la mañana la mera verdad si pesa, y a luego el frío que se mete hasta los huesos y esta uno tiemble que tiemble, porque no agarra uno calor, pa que no es mas que la verdad es pesado levantarse cuando solo se oye el chillido del coyote y las animas en pena andan por allí, por los caminos.

Cuando se me adientra el miedo pos que me pongo a cantar a grito pelón entre los caminos del maizal, total naiden me oye, mas que las vacas, pero a ellas les importa un carajó, solo se van con su paso lento y cadencioso direitito al río

Cuando llegamos por allá, nomás resuenan sus pisadas sobre las piedras del río, se escuchaba el murmullo de la corriente corriendo para allá, para San Pedro donde va y a mi se me adientra un gozo rete grande pos porque el canto del río en la mañana, es bien diferente a su rugido por la noche, en la noche parece como si estuviera enojado y nos amenazara por si nos atrevemos a cruzarlo. ¡Ándale indio endino, nomás pásate y te trago! Y pos... solo por muncha necesidad a veces lo atravesamos.


Mi compadre Justiniano se quedo aquí en el río ya hace pa un año, por andar de borrachote y coscolino, tenía que atravesarlo para ir al pueblo vecino y para que no entraran las sospechas a su vieja, pos esperaba a que ella se durmiera y después...patas pa que me sirven nomás agarraba el caballo pinto y allegando a la orillita lo amarraba a un árbol y pos, la muchacha en el pueblo vecino así que atravesaba la orilla por las piedras grandes a puro brinco como los chapulines.
¡A que mi compadre! era rete enamorado pero a el río eso no le importó y en una crecida pos se lo llevo, y lo fueron a encontrar por el Coyotl una especie de pequeña laguna que se forma por aquí adelantito, le diré, un poco antes de llegar a San Pedro, esta re chulo el lugar, por allá encontraron a mi compadre ni modo ya estaba de dios...

Pogresita de mi comadre, se quedo con sus tres chamacos y esta reculota la condenada, yo no se porque mi compadre picaba en otro maizal, teniendo buena cosecha en casa.

Y pos mire, lo que le voy a contar es muy confidencial y la mera verdad es una confidencia entre hombres, muy hombres... como uste y como yo. Aquí adelantito se divide el camino el de la izquierda es es el que lo lleva a San Pedro y espero siga su camino en santa paz. Lo que es la mera verdad yo no se si uste sea un anima en pena que ancina me salio del camino pero le sostengo la compañía porque soy un hombre de muncho valor y porque pos...me inspira confianza y el cuento esto porque tal vez como anima en pena ya me haya visto desde endenantes con la Ignacia, aquí adelantito en la orilla del río



Ella sabe usted es mi comadre, la Ignacia..¡si ella!, la viudita, pos a mi me gustaba la mujer, morena, piernas gruesas y fuertes, y sus ojitos endinos me acariciaban al mirar, yo me repetía y me repetía a mi mesmo...calma Roque esa mujer es de tu compadre Justiniano Y lo que son las cosas, aguantaba y aguantaba, porque mi mujer se podría dar cuenta de que me comía a mi comadre con la mirada...dea deberás amigo que mujer tan mas maciza.

En las fiestas del pueblo pos íbamos al kiosco y allí en la cancha del jut gol pues se hacia el bailongo. Justiniano mi compadre se ponía tome y tome y pos ...yo dejaba a mi vieja atendiendo a los chilpayates y me vestía de negro ansina como viene uste y vamonos pal quiosco



Allí cuando mi compadre estaba bien pedo pos me atrevía a sacar a mi comadre, que mujer, la muy endina se me repegaba bonito al pecho y sentía la suavidad de sus pezones y pa que le cuento..me entraba un calor de hombre que quiere hembra y nomás la apretujaba de la cintura y la repegaba mas a mi cuerpo para poder rozarnos pero eso si discretamente porque no había que dar de hablar entre tanta gente chismosa....



Fíjese aste que nomás le brillaban los ojitos negros como luceros y me echaba una sonrisa coqueta que se me metía hasta el alma...Como soñaba con mi comadre esta re buena la condenada¡¡¡

Cuando murió el compadre pos le voy a ser sincero ya habíamos empezado una relación mi comadre y yo a escondiditas...y mire lo que es la vida mi señor...se nos muere el compadre...y yo pos...fui como buen compadre a dar mis condolencias y claro como primera obligación no dejar desamparada a mi comadre...es lo que mi compadre hubiera querido...le decía a mi vieja y pos mi vieja quien la apreciaba retiarto la invitaba seguido a la casa y claro no esta para saberlo ni yo para contárselo pero a veces llegaba la endina cuando no estaba mi mujer y pos... ya le estábamos dimos dando...y en el granero le dábamos duro sobre el maizal..¿Aste sabe a que me refiero verdad?
Pos que empieza el chismería y las viejas santurronas empezaron a hablar y que mi Enedina empieza a mal mirar a mi Ignacia mi comadre, y pos ni modo tuvimos que terminar las visitas en mi casa, que le vamos a hacer...



Fue ancina que para no despertar sospechas, decidimos vernos tempranito aquí a la orilla del río..Sabe ella vive cerquitas de aquí, y yo me traigo a mis animalitos a abrevar y de paso pos..La voy a ver... en un jacalito que acondicionamos aquí adelantito, uste sabe..se me quita el frío de la mañana y..pos si le diré que cuesta trabajo alevantarse tan temprano...pero ya estaba de dios que la comadre y yo nos quisiéramos ansina; a escondiditas...



Por cierto aquí se encuentra el otro camino, espero que no le haya aburrido mi plática, y San Pedro queda como a media hora de camino apretando macizo el paso. Espero que ande muy bien el día y cuando pase por el pueblo cuente con su servidor siempre, ¿Por cierto a que parte de San Pedro va?
¡Al Coyotl compadre!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es precioso este cuento